PRODUCCIÓN ORGÁNICA DE PAPA (Solanun tuberosum spp. andígenum)

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PRODUCCIÓN ORGÁNICA DE PAPA (Solanun tuberosum spp. andígenum)
1. INTRODUCCIÓN
La papa, es uno de los cultivos más importantes de la región interandina, constituyendo una de las fuentes vegetales más nutritivas, debido a que su contenido en carbohidratos y proteínas es mucho más alto que el que se encuentra en los cereales, raíces y otros tubérculos, motivo por el cual en el Ecuador, hace parte de los productos que constituyen la canasta básica popular.
El Instituto de Estadísticas y Censos (INEN), manifiesta que el cultivo de la papa en el Ecuador, ocupa una superficie de 66 000 hectáreas, con una producción promedia de 480 000 toneladas métricas anuales.
Según el mismo INEN, a este cultivo se dedican en el país alrededor de 42 000 familias, tanto por su importancia nutricional, como por el aporte económico que representa a sus economías

2. EL CULTIVO DE LA PAPA
2. 1. Origen

La papa (Solanun tubersosum spp andigena), es un tubérculo procedente de los Andes.
Su origen parece situarse en dos centros distintos de América del Sur: Perú y Bolivia y el Sur de Chile; su cultivo se extendió por todo el territorio que antes de la venida de los españoles constituyó el Tahuantinsuyo. En el siglo XVI, fue introducido en Europa por los españoles. El cultivo se difundió rápidamente, sobre todo en las regiones templadas y, a principios del siglo XVIII, se introdujo en el norte de América (Estados Unidos y Canadá).
Según Ochoa (1990), existen nueve especies diferentes de papa: S, goniocalyx, S. phureja, S. stenotomun, S. tuberosum, S. ajanhuiri, S. chaucha, S. juzepczukii, S. curtilobum y S. tuberosum spp. andigenum . Cada una de estas especies, tiene sus características propias, así como sus adaptaciones altitudinales de hasta 4 300 msnm.
La distribución de las diferentes especies de papa, es muy amplia en los Andes y en general en el mundo entero, lo que hace que este cultivo tenga importancia económica y social en por lo menos 120 países. El cultivo de la papa se encuentra, no solo en casi todas las latitudes y continentes, sino también en un rango de altura que va desde el nivel del mar, hasta 4300 msnm, por lo que posiblemente es el cultivo de mayor versatilidad climática y ecológica y que como tal se constituye en un aporte de la tecnología andina de cultivos a la alimentación de buena parte de los habitantes del
planeta.
La papa, es una contribución de los Andes sudamericanos y de sus agricultores para toda la humanidad, que en la actualidad hace parte de los principales alimentos que consume la sociedad mundial.
Valor Nutritivo
La papa es un alimento, muy nutritivo que desempeña funciones energéticas debido a su
alto contenido en almidón, así como funciones reguladoras del organismo por su
elevado contenido en vitaminas, minerales y fibra. Además, tiene un buen contenido de
proteínas, presentando éstas un valor biológico relativamente alto dentro de los
alimentos de origen vegetal.
En contraste con los cereales las papas tienen vitamina C en cantidades similares a éstos. Las papas presentan un contenido en azucares, proteínas y energía intermedia entre los que se observan en frutas, hortalizas y los cereales.
La proteína de la papa presenta un valor biológico superior a la de los cereales lo cual se debe a su mayor contenido en lisina, aminoácido limitante en la proteína de los cereales.
Un estudio realizado por la FAO en el Perú, muestra la composición de algunos cultivos andinos, determinando para la papa los siguientes contenidos por cada 100 gramos de porción comestible.
CONDICIONES AGROECOLOGICAS PARA EL CULTIVO
3.1. Suelos
Los sectores más adecuados para el cultivo de la papa, se ubican desde los 2400 a 3700 metros sobre el nivel del mar, especialmente donde predominan los suelos negroandinos.
Los tubérculos de carne ligera y suave prefieren los suelos francos, arenosos y ricos; mientras que los suelos húmedos y pesados dan lugar a tubérculos de carne más firme.
3.2. Clima
El área adecuada para el cultivo de la papa, es aquella cuya temperatura media anual está entre los 6 y 14º Celsius, con una precipitación lluviosa de alrededor de 700 a 1200 milímetros anuales (7000 a 12 000 metros cúbicos de agua por ciclo).
ÉPOCA DE SIEMBRAS Y VARIEDADES
4.1. Épocas de siembras
Debido a la diversidad de microclimas existentes a lo largo de la sierra ecuatoriana, las épocas de siembra varían de un sector a otro. De manera general, se puede hablar de dos épocas definidas para la siembra de la papa: la primera, que se realiza entre los meses de mayo a junio y la segunda que se hace entre los meses de octubre, noviembre y diciembre. Sin embargo es importante señalar que existen sectores con condiciones de suelo y clima especiales que permiten realizar siembras durante todo el año.
En el área de influencia de la Unión de Organizaciones Campesinas del Norte de Cotopaxi UNOCANC, aún se cultivan variedades nativas de muy buena calidad, entre las que se encuentran: Leona blanca, Leona negra, Yema de huevo, Chaucha, Coneja blanca, Coneja negra, Tulka, Ashku chaki, Pukapuncho, Urupiña, entre otras.
5. TECNOLOGÍA DEL CULTIVO
5.1. Elección y preparación del suelo
5.1.1. Elección del terreno

Se debe tener en cuenta las siguientes consideraciones:
• Escoger terrenos donde antes se cultivaron maíz, cereales y leguminosas, que estén libres de plagas (insectos, nemátodos y patógenos) y que en lo posible no sean propensos a sequías, heladas y granizadas, a fin de que el agricultor pueda tener seguridad en el desarrollo del cultivo.
• Que sean terrenos descansados profundos (más de 50 centímetros de profundidad) y sueltos (franco y franco arenosos).
• Que sean terrenos sometidos a procesos de rotación, es decir, donde hay una sucesión de diversos cultivos que giran alrededor de uno principal, cuya finalidad es mantener un elevado nivel de producción a la vez que se mejora la estructura del suelo, la capacidad de absorción del agua, el aumento de la materia orgánica y se reducen las pérdidas ocasionadas por la presencia de plagas.
5.1.2. Preparación del suelo
Se realiza cuando el terreno está “a punto”, esto es cuando al coger la tierra con la mano ésta no queda pegada; por otra parte, de acuerdo con los viejos agricultores, será importante que esta labor se realice cuando la luna se encuentra entre el tercer día de la fase menguante y el tercer día de la fase nueva (noche oscura), pues ello contribuye a evitar la presencia de insectos plaga y enfermedades.
5.1.2.1. Arada
El cultivo de papa, requiere de una adecuada preparación, que se consigue con una labor de arado (25-30 centímetros), la misma que debe hacerse con por lo menos dos a tres meses de anticipación para poder enterrar el rastrojo o barbecho al suelo y lograr que este se descomponga y así mismo permitir que los controladores naturales bióticos (aves, reptiles, sapos, insectos, arañas) y abióticos (los rayos solares y el frío), eliminen a las plagas del suelo.
Se recomienda utilizar para esta labor el “arado cincel” que rotura el suelo, pero no invierte los
horizontes del mismo
En suelos con pendientes muy pronunciadas (sobre 25 %), es mejor arar con el arado de yunta, para evitar que el suelo se erosione
5.1.2.2. Rastrada y Nivelada
Los pases de rastra de acuerdo al tipo de suelo se harán de forma espaciada y de manera cruzada, hasta lograr que quede bien mullido. Esta labor debe hacerse a una profundidad aproximada de 20 centímetros.
Drenajes
Dependiendo de la pendiente del suelo, se deben trazar zanjas para drenar los excesos de agua que pueden hacer daño al cultivo en el momento de su desarrollo y formación de tubérculos.
5.1.2.4. Elaboración de surcos
Surcar de tal manera que al caer la lluvia o hacer el riego, el agua se deslice lentamente, para evitar la erosión del suelo y conseguir que la tierra se remoje de una manera profunda y uniforme.
5.2. Siembra
5.2.1. Sistemas de siembra
La papa se cultiva en el Ecuador como monocultivo o de manera asociada, alternando con otros cultivos tales como: mashwa, melloco, oca, haba, chocho, arveja, quinua.
Cuando la papa se cultiva bajo el método de producción orgánica tiene que someterse a la diversidad, intercalándose en fajas o sobre los mismos surcos con los cultivos antes referidos o manejarse en rotación con la raíces, tubérculos, leguminosas y pseudo cereales señalados.
La cultura andina de cultivos, siempre considero la producción asociada, como una estrategia orientada a manejar la fertilidad del suelo y los problemas relacionados con la presencia de las plagas (insectos, ácaros, nemátodos y enfermedades causadas por microbios).
5.2.2. Preparación de la semilla para la siembra
La semilla debe someterse al verdeo, el mismo que se logra sometiendo los tubérculos a la acción de la luz indirecta (difusa) con los que se evita el brotamiento acelerado y se logra:
• Brotes cortos y vigorosos que influyen en la densidad y uniformidad de emergencia.
• Control de insectos ya que el jugo tóxico que se produce (solanina) no es agradable para los gusanos de tierra.
• Se acorta el período vegetativo de la planta.
Todo tubérculo que se vaya a utilizar como semilla debe encontrase brotado o germinado. Se recomienda que los tubérculos tengan muchos brotes y que estos sean cortos y vigorosos, para que su emergencia en el campo sea rápida. El tamaño óptimo de la semilla debe ser como el de un huevo de gallina y tener un peso aproximado de 60 gramos (2 onzas).
Previo a la siembra, la semilla debe desinfectarse y desinfestarse 2 ó 3 semanas antes de la siembra o el mismo día de la siembra por remojo o inmersión en una solución a base de 250 gramos de Hidróxido de Cobre (Kocide 101) y 250 gramos de Bacillus thuringiensis (Dipel o Thuricide), diluidos en 100 litros de agua, La semilla se pondrá en un canasto o costal y se deberá sumergir durante un minuto en la solución referida (contar hasta 60). La solución alcanza para desinfectar 25 qq de semilla.. .
5.2.3. Distancias y densidades de siembra
La distancia entre surcos depende de la variedad a cultivarse, de la finalidad del cultivo y de la
pendiente del terreno:
• En variedades nativas la distancia entre surcos debe ser mayor que en variedades mejoradas, debido a que las nativas tienen un mayor radio de distribución del follaje y de los tubérculos alrededor de cada mata.
• Para producir papa de consumo la distancia entre surcos será mayor y menor distanciamiento para “papa semilla”. Si el terreno es muy pendiente hay que ampliar la distancia
• Para facilitar la labor de aporque, en terrenos con pendientes pronunciadas, la distancia de siembra entre surcos debe ser mayor a la que se utiliza en terrenos planos.

Fuente: Produccion organica de cultivos andinos
Editor: Manuel B. Suquilanda Valdivieso


Cultivo sin Suelo de Hortalizas - Cálculo de la Solución Nutritiva

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Cálculo de la Solución Nutritiva
Para calcular la solución nutritiva necesitamos primero un análisis del agua de riego que vamos a utilizar, la misma tendrá una determinada concentración de iones, alguno de los cuales podrá ser utilizado por la planta y otros se encontrarán en exceso que deberemos considerar en nuestros cálculos.
Partiendo de la solución nutritiva que queremos formular y por diferencia con el agua de riego,
corregiremos para añadir los fertilizantes que nos permitan el ajuste de dicha solución.
Los cálculos los vamos a realizar para obtener la cantidad de abono que necesitaremos aportar a un depósito de solución madre de 1.000 l., que está 100 veces concentrada, o lo que es lo mismo,
el cálculo obtendrá la cantidad de abono en kg. que deberemos suministrar a una balsa de 100.000
l., para conseguir la solución nutritiva que pretendemos.
a) En la primera fila copiaremos el resultado del análisis de nuestro agua de riego expresada en mmol/l.
b) En la segunda fila, anotaremos la solución nutritiva que queremos formular para nuestro cultivo.
c) La fila correspondiente a los aportes previstos la obtendremos por diferencia de las dos anteriores.
Puede que nos encontremos con iones en exceso, procedentes del agua de riego. En el caso de los bicarbonatos, hemos visto cuando hemos definido el pH, que son en gran medida los causantes de pH alto y que se neutraliza mediante el empleo de ácidos, dejando 0,5 mmol/l. conseguimos mantener un pequeño poder tampón, al tiempo que nos permitirá estimar la cantidad de ácido que deberemos emplear.
d) Ajuste de los macroelementos, escogiendo para ello los abonos más convenientes. Por comodidad
en el cálculo, es recomendable seguir el siguiente orden:
Comenzar ajustando el fósforo (con ácido fosfórico o si los niveles de bicarbonatos son muy bajos con fosfato monopotásico), terminar de neutralizar los bicarbonatos empleando ácido nítrico,
ajustar el calcio con el empleo de nitrato cálcico, ajuste del magnesio empleando nitrato de magnesio
y/o sulfato en caso de necesitar incrementar los sulfatos y por último, terminar de ajustar los niveles
de potasio, nitratos, amonio y sulfatos restantes, intentando cuadrar lo mejor posible los aportes previstos.
e) Cálculo de los aportes reales, que pueden diferir ligeramente de los previstos.
f) Cálculo de la solución nutritiva final, que se obtendrá de la suma de las concentraciones del
agua de riego más los aportes reales.
g) Como comprobación y para el cálculo de la CE final, emplearemos el método de los miliequivalentes, para lo cual la concentración de los iones los pasaremos a meq/l, multiplicando
los mmol/l por la valencia del ión, calcularemos el sumatorio de aniones y el de cationes, que deberá ser muy similar. El sumatorio de los cationes o el de aniones dividido entre un factor que varía entre 10 para conductividades bajas y 12 para conductividades altas, nos dará el valor de la CE expresado en mS/cm de la solución final. Otro método para calcular la CE es pasar la concentración de mmol/l. a ppm multiplicando por el peso del ión, calcular el sumatorio de iones y dividirlo por el factor 0,7 para aguas de baja CE y 0,9 para soluciones de alta CE.
h) Obtendremos la cantidad de kilos o litros del abono a diluir en un depósito de 1000 l de solución
madre 100 veces concentrada. Para ello emplearemos la segunda parte de la tabla, en donde para obtener los kilos o litros de abono comercial en estas condiciones multiplicaremos los mmol/l. de abono que necesitamos por el peso molecular/10, teniendo en cuenta en el caso de líquidos la densidad para pasarla a litros.
i) Aportaremos la cantidad de 2 a 2,5 kilos de un complejo de microelementos comerciales aconsejados para sistemas de cultivo sin suelo en el depósito de 1000 litros.
Se exponen dos ejemplos de cálculo de solución nutritiva, el primero empleando un agua de riego de buena calidad y el segundo a partir de una agua con altos niveles de salinidad, para un supuesto cultivo de tomate.
La solución madre se prepara en dos o tres tanques que los vamos a denominar como tanque A y tanque B. Los cálculos se realizan para tanques con una capacidad de 1.000 litros y en donde la solución que prepararemos estará 100 veces concentrada.
Cuando se preparan las mezclas debemos evitar la adición en un mismo depósito de sulfatos y calcio, con fosfatos, el complejo de microelementos los podemos incorporar en el mismo tanque en el que pongamos el nitrato de cal, añadiéndolos antes de mezclar la cal. Intentaremos que los dos depósitos tengan la misma cantidad de abono en kilos, pudiendo utilizar el nitrato potásico para igualar dichos pesos.
En la mayor parte de las instalaciones de riego, el sistema está preparado para dosificar el ácido a partir de un tercer depósito en el que generalmente se incorpora el ácido nítrico diluido.
En la siguiente tabla podemos ver la compatibilidad de las mezclas de los principales abonos utilizados en fertirrigación.
INSTALACION DE RIEGO
6•1 Almacenamiento del Agua
Para alimentar al cabezal de riego, puede que el agua nos venga de una red con presión, de una
aspiración directa de pozo, o bien de una balsa que nos servirá de elemento de reserva, cuya capacidad se calculará para asegurar un suministro continuo. La balsa es conveniente cubrirla con
una malla negra, con placas o material de construcción, para evitar la entrada de luz y por consiguiente la proliferación de algas.
En algunas instalaciones el agricultor ha optado por canalizar el agua de lluvia procedente de la cubierta de los invernaderos, situación que nos obligará a reajustar la solución nutritiva con el cambio de calidad del agua, que en determinados momentos puede resultar incómodo y poco conveniente para el ajuste de las solución nutritiva adecuada. Una posible opción es la de disponer de una balsa para la captación del agua de lluvia y un sistema que permita una mezcla con el agua de normal suministro en la explotación.
Cabezal de Riego
En principio la instalación debe estar dotada de los elementos esenciales de cualquier cabezal de riego localizado. Bomba de aspiración o impulsión del agua de riego, que nos permitirá tener agua en suficiente cantidad a una determinada presión que alimentará nuestro sistema de riego.
El cabezal estará dotado de un prefiltrado, cuando el tipo de agua empleado lo requiera, seguidamente
se instalarán filtros de arena que nos permitirá eliminar las algas y materia orgánica, con un posible contralavado para poder hacer la limpieza del filtro, manómetro a la entrada y salida del filtro, que nos permitirá detectar cuándo tenemos el filtro sucio. Una vez pasado el filtro de arena, se produce la inyección de los fertilizantes y ácidos para conseguir nuestra solución nutritiva, punto éste que trataremos en un epígrafe aparte por la importancia que tiene sobre el manejo de los sistemas cultivo sin suelo. Una vez aportados los fertilizantes procederemos a filtrar la solución nutritiva por medio de filtros de mallas o anillas. Después del filtrado colocaremos un manómetro que nos indicará por diferencias de presión cuando el filtro se encuentra sucio. El filtrado del agua es necesario si vamos a trabajar con goteros, puesto que el diámetro de paso es tan pequeño, que se pueden obturar con relativa facilidad.
En la figura 6 podemos ver un esquema tipo de un cabezal de riego. Deberá estar dotado de las llaves, reguladores de presión, válvulas de retención y ventosas necesarias.
Generalmente, las tuberías empleadas en el montaje del cabezal son de P.V.C. rígido, resguardadas
de la radiación solar, dado que estos cabezales van montados en pequeñas casetas de obra o en los almacenes de la explotación.
En el cabezal de riego colocaremos los depósitos de poliester o polietileno en donde irán preparadas
las soluciones madre, con un sistema de agitación mecánica, o por medio de sopladores, para la correcta dilución de los fertilizantes. A la salida de estos depósitos instalaremos grifos y filtros para posteriormente inyectar la solución concentrada en la red de riego. El número de éstos dependerá de los cultivos que pretendamos manejar, requiriendo un mínimo de 2.
Sistemas que Permiten Preparar la Solución Nutritiva
6•3•1 Sistema balsa
Para el sistema balsa deberemos construir un depósito a propósito, con una capacidad adecuada.
En la misma se prepara directamente la solución nutritiva en la que quedará determinada la CE y el pH, por medio de la adición de los abonos y ácidos siguiendo las instrucciones indicadas en el epígrafe de preparación de las soluciones. La balsa ha de ser lo suficientemente grande que nos permita una mezcla para varios días, por ejemplo, para una hectárea de invernadero necesitaremos una balsa de unos 100.000 litros, debiendo reponerla cada dos días en períodos de máxima demanda. La balsa debe de estar totalmente cerrada para evitar la entrada de luz. Instalaremos cualquier sistema que permita un fácil aforado, para saber exactamente el agua que tenemos y la que añadimos y así poder hacer los cálculos de abono a incorporar. Normalmente no requieren de sistemas de agitación, siempre que los abonos los incorporemos disueltos y aprovechando el llenado de la balsa.
Este sistema presenta como inconveniente que requiere de la construcción de la balsa. En aquellos casos en los que tengamos agua a presión en la red hemos de volver a bombear el agua y la preparación se ha de realizar con mucha frecuencia en los períodos de máximo consumo de agua.
Como principal ventaja tiene que la solución preparada es constante, así como la CE y el pH. El valor de pH, transcurridas unas horas de la preparación puede variar unas décimas al alza, que puede ser corregida con la adición de un poco de ácido. El mantenimiento es mínimo. El sistema es muy sencillo y queda completo con un pequeño programador de riego, que sea capaz de distribuir los riegos en función de las necesidades del cultivo.

Fuente: Cultivo sin Suelo de Hortalizas
S è r i e D i v u l g a c i ó T è c n i c a
Aspectos Prácticos y Experiencias
Carlos Baixauli Soria
José M. Aguilar Olivert

Frutales tropicales potenciales para el piedemonte llanero Araza La planta y su cultivo

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Frutales tropicales potenciales para el piedemonte llanero
Araza La planta y su cultivo
Métodos de propagación
La propagación se realiza por semilla, la cual es abundante en la mayoría de los frutos.
Las semillas tienen su máximo poder germinativo a los diez días de extraídas de los frutos, pero éste disminuye a los 20 días. Tienen mayor poder germinativo cuando son extraídas de los frutos completamente maduros y deben provenir de plantas con alta productividad y de frutos sanos (1). Cuando un fruto se destina a la propagación, una vez cosechado puede guardarse hasta cinco días al medio ambiente, sin que la semilla pierda su poder germinativo. (3)
El poder germinativo se mantiene en 80% hasta 60 días, cuando las semillas reciben un tratamiento pregerminativo consistente en remojar la semilla por 10 días (3).
El almacenamiento a temperatura menor de 15°C disminuye la capacidad de germinación (1).
La germinación se produce entre los 30 y 105 días con semillas escarificadas por remoción del tegumento de la semilla, debido a que este es bastante fuerte y el secado lo torna resistente a su ruptura por el embrión (1, 6). En forma natural pueden tardarse entre 2 a 4 meses en inciarse y entre 6 a 8 meses en completarse. Cuando las semillas se guardan en polvo de carbón vegetal húmedo, empiezan a germinar en unas semanas.
El crecimiento inicial es lento, incluso en un buen sustrato. (2)
Se obtiene 95% de germinación cuando ésta se efectúa en camas de aserrín de madera blanca o se puede utilizar sustrato con mezclas proporcionales de arena gruesa, tierra y aserrín de madera blanca. Las camas se mantienen bajo sombra completa (1).
Las semillas se siembran a 2 x 2 cm cubiertas a ras, ya que si se cubren se demora la germinación (6). También se pueden germinar las semillas en bolsas plásticas. (1)
Cuando las plántulas tienen 10 cm o un número de 6 a 10 hojas (la raíz también alcanza de 7 a 10 cm), son situadas en bolsas que contienen 2 Kg de tierra mezclada con 10 a 15 g de estiércol o en semilleros de 1.2 m de ancho por 10 m de largo. Por su parte, las semillas germinadas en bolsas de plástico deben ser transplantadas a bolsa de vivero cuando la plántula tenga un centímetro.
En el vivero las plantas se manejan de acuerdo a las prácticas normales en fruticultura, permaneciendo hasta los nueve meses, cuando ya pueden ser transplantadas a campo definitivo. En caso de hacerse vivero en semilleros, éste debe estar muy cerca del sitio donde se instalará la plantación; para lograr un mejor prendimienton en el trasplante debe efectuarse con tierra alrededor de la planta (1). La planta demora 12 meses en alcanzar una altura entre 25 y 45 cm (en bolsas de polietileno), y en ese momento puede llevarse al campo. Una vez trasplantadas se deben conservar bajo la sombra e ir reduciendo gradualmente ésta de manera tal, que en el momento de llevarlas a sitio definitivo estén adaptadas a una exposición solar plena. (3)
Dada la alta precocidad del Arazá para iniciar la producción, su propagación por injerto no significa una ganancia en tiempo para el inicio de producción, como sí lo es en otros frutales. Por ejemplo, el injerto por el método de púa terminal utilizando el mismo Arazá como porta injerto, permite obtener plantas que inician producción 8 a 12 meses después del transplante, lo cual no es muy diferente a los 11 a 12 meses requeridos por una planta franca. Sin embargo, el injerto será de mucha utilidad para la propagación clonal de los ecotipos seleccionados por su alta productividad. (1)
Prácticas culturales y de producción
El trasplante debe efectuarse cuando las lluvias estén bien definidas, para asegurar continuidad en la provisión de agua; la distancia de siembra puede ser de 3 m por 3 m, y al cabo de ocho a diez años más, eliminar una fila y dejar una plantación a 6 m por 3 m y luego de algunos años eliminar una planta alternadamente y dejar distancias de 6 x 6 m. (1)
Se recomienda que las plantas tengan una poda de formación en vivero. En el campo definitivo las plantas deberían recibir una poda adicional, buscando de tres a cuatro ramas gruesas. Así mismo, deben recibir las podas anuales de limpieza propias de todo árbol frutal (1). El objetivo de las podas es mantener el porte bajo de la planta, principalmente si el distanciamiento es corto, además de constituir una medida sanitaria, se utiliza para formar la copa eliminando ramas del tronco o tallo hasta una altura de 50 - 80 cm, después de dos años de plantado. También se puede utilizar la práctica de poda renovadora, cuando las condiciones fisiológicas de los árboles lo requieran. (3)
El uso de coberturas verdes debe considerarse cuidadosamente, porque si bien es una práctica agronómica recomendable, algunas coberturas como el desmodium y el centrosema sirven para que se oculten plagas como los picudos que pueden defoliar totalmente el Arazá. (1)
Existe una buena respuesta al nitrógeno y al fósforo cuando el Arazá es cultivado en suelos ácidos de baja fertilidad, pero deben evitarse las condiciones de mal drenaje que retarden el crecimiento de la planta. (1). Parece que el potasio es un elemento importante para el Arazá (2). En Brasil se recomienda el uso de fertilizantes a partir del tercer año de edad del cultivo, especialmente en lo referente a los fosfatados. (4)
Se recomienda la fertilización orgánica durante los dos primeros años, a razón de 10 kg/pl./año (distribuido en tres fracciones) y a partir del tercer año un suplemento mineral que responda a sus necesidades locales (3). Al momento del trasplante se debe aplicar 1 Kg de estiércol por planta y mezclarse con el suelo extraído del hueco. (9)
El control de malezas se basa en el plateo y roza, cuidando al tronco y raíces de posibles daños, los residuos de estas labores se utilizan como cobertura muerta alrededor del árbol para evitar la rápida reaparición de malezas y pérdida de humedad entre otros (3). A partir del primer año las deshierbas pueden espaciarse hasta 2 y 3 meses. (6)
Durante el primer año el Arazá puede asociarse con otros cultivos anuales (yuca, caupi), y en algunos casos se puede repetir en el segundo año. La asociación con otros cultivos permanentes sólo se recomienda cuando se piense en el Arazá como cultivo transitorio, para dejar la otra especie como la plantación permanente, utilizando la ventaja del rápido desarrollo y precocidad en producir frutos que tiene el Arazá. (1). Dentro de los sistemas de producción reportados, se ha incluído en los siguientes arreglos:
• Arazá - Caucho - Uva caimarona - Chontaduro - Erithrina fusca.
• Arazá - Plátano - Carambolo - Chontaduro - Caucho - Codariocalyx.
• Arazá - Codariocalyx - Plátano - Teca - Copoazú.
Puesto que en estos sistemas, no interesa la maximización de un componente en particular, sino la optimización del agroecosistema como un todo, el establecimiento del cultivo del Arazá, es más recomendable hacerlo mediante el sistema de huertos frutícolas, cultivos asociados, o policultivos, intercalándolo con especies de ciclo largo; Por ejemplo, maderables, leguminosas arbóreas o caucho, chontaduro, herbáceas, etc., y especies de ciclo corto (lulo amazónico, yuca, plátano) con prácticas
de rotación. (3)
Lo anterior debido a que el bosque tropical genera una biomasa equivalente al 10.300 kg/ha/año, mientras que el cultivo de Arazá a una distancia de 3 x 3 m produce una biomasa equivalente a 5.157 kg/ha/año (sin contar los frutos cosechados) con un déficit del 50%. En consecuencia se debe asociar con otras plantas de ciclo corto para alcanzar un desarrollo más adecuado. (6)
Cada planta produce entre 20 y 35 Kg al año. El rendimiento de fruta fresca en plantas sembradas a 3 x 3 m es de 2.5; 9.1; 21.5 y 40.6 t/ha en el año segundo, tercero, cuarto, quinto y sexto después del transplante respectivamente. Este rendimiento debe aumentar hasta el año duodécimo, en el cual el Arazá alcanzará su máximo desarrollo. (1)
Para instalar una hectárea de Arazá en un terreno desmontado de la selva en el Perú se requieren los siguientes jornales/ha/año. Tabla 14.
Limpieza 40 - 50
Ahoyado 25 - 30
Deshierbas 70 - 80
Labores agronómicas 20 - 30
Cosechas 100 - 150
Fuente: Frutales tropicales potenciales para el piedemonte llanero
Javier Orlando Orduz R.1
Jorge Alberto Rangel M.2
1 I.A. M.Sc. Investigador Programa Regional Agrícola, Plan Regional Frutales. Corpoica Regional 8, Centro de
Investigación La Libertad. Villavicencio, Meta, Colombia. corpoica@etell.net.co.
2 I.A. Particular, contratado por el Proyecto de Frutales Promisorios, Corpoica - Pronatta.

Manejo integrado de enfermedades Moho blanco, esclerotinia Sclerotinia sclerotiorum

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Moho blanco, esclerotinia Sclerotinia sclerotiorum
Altas densidades de siembra en el cultivo y la siembra cercana a otros cultivos susceptibles al moho blanco, favorecen la incidencia de la enfermedad.
En tomate el hongo puede infectar tallos, pecíolos y en ocasiones frutos. Los síntomas iniciales se presentan en las hojas, las cuales manifiestan un marchitamiento total o parcial, debido a que el hongo afecta el tallo principal (figura 172), donde causa una pudrición húmeda y hueca, con crecimiento micelial blanquecino y presencia de diminutos cuerpos negros de forma y tamaño variables llamados esclerocios, que corresponden a estructuras de resistencia del hongo (figura 173). En las ramas o tallos marchitos, se observa un crecimiento fungoso blanquecino de consistencia húmeda.

Dado que este hongo sobrevive en el suelo mediante esclerosios, se debe prevenir su presencia haciéndole tratamiento al suelo que va ser usado en los semilleros. Una alternativa es el tratamiento de solarización húmeda durante 30 a 45 días. Igualmente, la inoculación del hongo Trichoderma koningii en el suelo posibilita un adecuado control de este patógeno en los semilleros. Un amplio espaciamiento entre surcos y las prácticas de poda o deshoje durante el cultivo disminuyen la incidencia de la enfermedad. Si la enfermedad se presenta en campo, se deben eliminar las plantas
afectadas para evitar focos de infección. Las plantas enfermas se deben cortar en trozos e introducir en bolsas plásticas cerradas y exponer a los rayos del sol (solarización seca), para facilitar la descomposición del tejido vegetal y la muerte del hongo causante del moho blanco.

Marchitez vascular, fusarium  Fusaruim oxysporum f. sp. lycopersici
La marchitez vascular es favorecida por las heridas que se realizan en las raíces y tallos. El patógeno Fusarium oxysporum se transmite en semillas de tomate y a través del suelo contaminado. La enfermedad es más frecuente en suelos ácidos, mal drenados y de textura liviana. Las plantas afectadas que se dejan en el campo son la principal fuente de inóculo, ya que el patógeno esporula fácilmente en las plantas enfermas y es diseminado por el agua y el viento a plantas sanas. El hongo sobrevive en el suelo en forma de clamidosporas y en residuos de cosecha.
El hongo produce retraso en el crecimiento y síntomas de marchitamiento foliar en toda la planta de tomate, hasta que ocurre la quemazón foliar y el secamiento total. Se produce una necrosis interna de color marrón en la base del tallo.
Este hongo sobrevive en el suelo mediante clamidosporas, por esa razón se debe prevenir su presencia sometiendo a tratamiento de solarización húmeda durante 30 a 45 días el suelo que va ser usado en los semilleros. La siembra de semillas de tomate pregerminadas en suspensiones del hongo Trichoderma koningii, con aplicaciones posteriores del mismo hongo y de la bacteria Pseudomonas fluorescens al suelo de los semilleros, posibilitan un adecuado control de Fusarium oxysporum. La preinoculación de plantas de tomate siete días antes del trasplante con Penicillium oxalicum reduce la
severidad de la enfermedad. La aplicación de las bacterias Serratia plymuthica y Pseudomonas sp. a las semillas, también ha permitido una disminución de la incidencia y severidad de la marchitez por
Fusarium oxysporum.
La inmersión de raíces de tomate durante 10 minutos poco antes del trasplante en una solución al 10% de hidrolato de rosa amarilla o marigold (tapetes patula) reduce la incidencia por Fusarium oxysporum. Es de vital importancia para el control de la enfermedad seleccionar en el semillero y, posteriormente, sembrar plántulas sanas en campo. En el campo se deben realizar drenajes para airear el suelo, eliminar inmediatamente las plantas enfermas y retirarlas y destruirlas fuera del invernadero.
Se sugiere usar variedades resistentes.
Teniendo en cuenta que este patógeno es más severo en condiciones de suelos ácidos, se recomienda la aplicación de cal agrícola o cal hidratada para aumentar el pH. Medios o sustratos de crecimiento que poseen un pH alto tienden a mantener niveles más altos de nutrientes, mayores poblaciones de microorganismos (hongos,bacterias y actinomicetos) y menor severidad de marchitamiento por Fusarium oxysporum. La severidad de la enfermedad se ha reducido cuando se han aplicado
fertilizantes nitrogenados con base en nitratos, y ha aumentado con fertilizantes nitrogenados con base en amonio. El riego con aguas salinas y la fertilización con sulfato de amonio predisponen la planta al ataque por el hongo.
La incidencia de la marchitez por Fusarium oxysporum es tan grave en algunas zonas productoras de tomate bajo invernadero de Colombia, que se ha recurrido al embolsado individual de las plantas con suelo previamente desinfectado, para el control de la enfermedad.
Para el control químico se puede realizar un tratamiento a las semillas mediante la inmersión en ácido clorhídrico al 1% durante 20 minutos. En el campo, si se realizan aspersiones con productos químicos, éstas deben ser dirigidas al follaje y al suelo o base de la planta.
Fuente:  Manejo integrado de enfermedades
a1374s05.pdf 

CULTIVO DEL TOMATE EN INVERNADERO Riego

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CULTIVO DEL TOMATE EN INVERNADERO
Riego
Con la excepción de los invernaderos usados como pasatiempo, el riego debería ser controlado
automáticamente, con el uso de relojes o controles electrónicos. El volumen de agua variará dependiendo de la estación y del tamaño de las plantas. Los nuevos transplantes necesitan 2 onzas (50 ml) por planta por día. A la maduréz, en los días soleados, de todas maneras, las plantas pueden necesitar hasta 3 cuartos de galón (2,7 litros o 2.700 ml) de agua por planta y por día. Por lo general, 1⁄2 galón por planta por día es adecuado para un crecimiento completo o casi completo de las plantas. Revise las plantas detalladamente, especialmente durante las dos semanas después del transplante, así el volumen de agua puede ser aumentado si es necesario. El agua debe ser aplicada a cada planta. Esto se realiza a travéz del sistema llamado “spaghetti tubing” (tubos finos) y de los goteros que llevan el agua desde las líneas principales a la base de cada planta.
Cada riego debería incluir el fertilizante (vea la sección de Fertilidad); así, el proceso es más apropiado llamarlo “fertigación.” La mayoría de los productores riegan entre 6 a 12 veces por día una vez que las plantas están establecidas. En un medio que tiene muy buen drenaje, como la cascarilla de arróz, podrían necesitarse 12 riegos por día o más para evitar que las plantas se sequen entre riego y riego. En un medio de corteza de pino, son adecuados generalmente entre 6 a 12 riegos por día. El punto importante es que las plantas reciban la suficiente agua para que no se marchiten. La planta marchitada no crece. Si se alcanza el punto de marchitéz permanente debido a un prolongado período sin agua, podría ocurrir que el punto de crecimiento esté muerto. Para estar seguro de
que las plantas reciben la suficiente agua, riéguelas de tal forma que drene agua de la bolsa (10-20 porciento) después de cada riego.
Sepa que después de un período nublado prolongado seguido por sol brillante, puede ocurrir
marchitamiento severo. Esté atento a aumentar la cantidad de agua en esta situación. pH
Es una buena idea chequear el pH de la solución nutritiva todos los días con un peachímetro. Por lo
menos, revise el pH cada vez que usted prepara una solución fertilizante. Un peachímetro “de bolsillo” es una herramienta que todo productor debería tener.
El rango de pH óptimo para la solución de nutrientes es 5.6 a 5.8. Si el pH de la solución es
demasiado alto, causado por el agua tipo alcalina, agregue pequeñas cantidades de un ácido para bajar el pH a dicho rango. Los materiales que puede usar son ácido sulfúrico (H2SO4), ácido nítrico (HNO3) o fosfórico (H3PO4). El ácido sulfúrico es el menos costoso, y puede ser comprado de un revendedor de artículos para automóbiles como ácido para baterías.
De todas maneras, existe una ventaja al usar ácido fosfórico o nítrico, ya que los mismos entregan
nutrientes al mismo tiempo que bajan el pH.(El ácido fosfórico entrega fósforo y el ácido nítrico entrega nitrógeno.) Aunque sean más caros que el ácido sulfúrico, podrían ser preferidos por esta razón.
El ácido fosfórico y el ácido nítrico son fuentes no costosas de estos elementos, si se comparan con otros fertilizantes.
Maneje todos los ácidos con mucho cuidado ya que los mismos pueden causar daños. El ácido nítrico
puede ser muy dañino. El ácido fosfórico disminuye el pH más que los otros dos ácidos, considerando un mismo volumen. Se recomienda usar estos ácidos directamente del tambor o contenedor en que fueron comprados, así no hay riesgo alguno cuando se vierten los mismos. Nunca use vinagre (ácido acético) o ácido para la pileta de natación (bisulfato de sodio) para disminuir el pH.
Para determinar qué cantidad de ácido se debe agregar a un volumen o tanque concentrado de
solución de nutrientes, tome 1 galón de solución y agregue 1ml de ácido hasta que el pH de la solución llegue al rango deseado. Luego, multiplique la cantidad agregada a 1 galón por el número de galones en el tanque. Si está usando un tanque de mezcla, esta es la cantidad a usar. De todas maneras, si está usando un sistema de injección, multiplique esta cantidad por (veces) la proporción.
Sepa que la escala de pH no es linear; es logarítmica. Por ejemplo, si 10 gotas bajan el pH de 8.0
a 7.5, no existe razón alguna para creer que 20 gotas bajarán el pH a 7.0. Usted podría llegar al punto en que una gota más baja el pH a 5.0 o menos. Por lo tanto, tenga cuidado. Un pH que es muy bajo puede ser muy dañino para el cultivo. Revise y nuevamente revise el pH después de ajustarlo con el ácido.
Si el pH es demasiado bajo (por debajo de 5.5), usted puede subirlo con el agregado de compuestos
como el carbonato de sodio, soda caústica, bicarbonato de potasio, hidróxido de potasio o potasio cáustico. El recomendado es carbonato de potasio, el cual tiene un pH de 8.2. Este también entregará potasio. Evite las fuentes de sodio ya que las plantas no necesitan sodio.
Si el sistema de irrigación, o los regadores se atascan durante la producción de un cultivo, los
mismos pueden ser limpiados cuando la estación del cultivo está finalizada. Use un ácido mezclado con agua para ajustar a un pH 4.5. Mientras esta mezcla ácida recorre el sistema, golpee los goteros para romper cualquier costra que se haya formado. No haga esto cuando las plantas de tomate están
creciendo en el invernadero; ¡un pH así de bajo podría matar las plantas!
Fertilización
El tema fertilidad es probablemente uno de los temas más confusos para los productores de tomates de invernadero; de todas maneras, es un tema importante para la producción. Los puntos claves para un programa de nutrición exitoso son las siguientes:
• Use el fertilizante específicamente diseñado para los tomates de invernadero.
• Sepa qué cantidad de cada elemento fertilizante se necesita.
• Sepa cuánto está siendo aplicado.
• Revise la conductividad eléctrica (EC) y los niveles de pH.
• Sea observador de los signos de deficiencias de las plantas o de un exceso de nutriente.
• Chequee periódicamente el estado nutricional de la planta tomando muestras para el análisis de tejido (vea la sección de análisis de tejido).
Fuente: 892-3731, fax (601) 892-2056. El e-mail del Dr Richard Snyder es ricks@ext.msstate.edu
El autor agradece enormemente a los profesores y miembros de la Truck Crops Branch Experiment Station, y expresa su apreciación por el arduo trabajo en la asistencia de los estudios en el invernadero de Crystal Springs. Estos estudios son la base de la mayor parte de la información en esta publicación.
Por el Dr. Richard G. Snyder, especialista en Extensión vegetal.
La Universidad Estatal de Mississippi no discrimina en base a la raza, color, religión, nacionalidad, sexo u orientación sexual, afiliación grupal, edad, disabilidad, o estado de veterano.
Publicación 2419
El Servicio de Extensión de la Universidad Estatal de Mississippi coopera con el Departamento de Agricultura de U.S.
Publicado de acuerdo a las Actas del Congreso, 8 de mayo y 30 de junio de 1914. VANCE H. WATSON, director interino.
(POD 06-06)

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