BASES PARA EL MANEJO AGROECOLÓGICO DE PLAGAS EN SISTEMAS AGRARIOS URBANOS
LUCHA BIOLÓGICA
La lucha biológica como componente del manejo agroecológico de plagas consiste en aprovechar los enemigos naturales de las plagas que existen en los agroecosistemas o multiplicar masivamente los más promisorios (controladores biológicos), lo cual puede realizarse mediante las siguientes estrategias:
. Conservación de organismos benéficos: Consiste en el manejo del hábitat, la diversidad de plantas y las regulaciones sobre el empleo de plaguicidas y las prácticas
agronómicas, en consideración a sus efectos positivos o negativos sobre la protección y el desarrollo de los enemigos naturales de plagas que habitan en la finca (insectos, arañas, ácaros, hongos, bacterias, virus, nemátodos, etc.), los controladores biológicos que son liberados y/o aplicados de forma inoculativa o inundativa y los polinizadores que habitan en los sistemas de producción.
. Liberaciones de entomófagos: Las liberaciones de artrópodos entomófagos (ácaros, arañas, insectos) pueden realizarse de forma inoculativa (liberar pequeñas poblaciones para que se establezcan) o inundativa (liberar altas poblaciones para lograr un control inmediato).
. Aplicaciones de bioplaguicidas: Lo más usual son las aplicaciones inundativas de bioproductos (entomopatógenos, antagonistas) a base de hongos, bacterias, nemátodos, etc. que tienen como propósito lograr el control inmediato de las plagas. También se pueden realizar aplicaciones inoculativas de microorganismos que causan epizootias en las plagas de artrópodos (insectos y ácaros) o son antagonistas de fitopatógenos, para lograr su establecimiento en el suelo, como es el caso de los hongos y los nemátodos entomopatógenos.
La lucha biológica o control biológico tiene una serie de requisitos generales que son de vital importancia, ya que se trata de enfrentar organismos vivos, por lo que es necesario que el agricultor los conozca para tener éxito, a saber:
. Evitar el efecto de los plaguicidas sintéticos u otras sustancias tóxicas, sea mediante mezclas o en las aplicaciones y./o liberaciones en campo. Favorecer un microclima (humedad relativa, radiaciones solares, corrientes superficiales de aire, etc.) en la finca
que contribuya a la actividad y conservación de los enemigos naturales y los controladores biológicos.
Realizar un manejo agronómico del cultivo que no deprima o afecte a estos organismos beneficiosos y que favorezca su desarrollo y establecimiento. Conocer y chequear los parámetros de calidad de los bioplaguicidas y entomófagos que se adquieren para aplic.
aciones inoculativas o inundativas. Conocer y garantizar los requisitos técnicos para las
aplicaciones y/o liberaciones de controladores biológicos. Realizar evaluaciones continuas de las plagas para determinar la efectividad de los bioplaguicidas o entomófagos utilizados.
Lo anterior sugiere la necesidad de que el agricultor esté bien preparado para entender, evaluar y decidir respecto al manejo de estos organismos, lo cual es muy diferente a la
clásica aplicación de plaguicidas sintéticos.
MANEJO Y CONSERVACIÓN DE ENEMIGOS NATURALES
En muchas ocasiones se tiene un concepto limitado de lo que son los enemigos naturales de plagas, pues se refieren a los insectos entomófagos, parasitoides o predadores; sin embargo, los enemigos naturales o biorreguladores de plagas también
son los ácaros (predadores), arañas (predadoras), nemátodos (parásitos), hongos (patógenos), bacterias (patógenos) y virus que regulan naturalmente las poblaciones de las plagas y por tanto son aliados del agricultor, por ello se les nombra organismos
benéficos.
Aquí se incluyen también los organismos que son enemigos naturales de los nemátodos fitoparásitos y de los hongos fitopatógenos, que generalmente habitan en el suelo y muchas veces no se conocen por ser difíciles de observar.
Estos organismos que habitan en las fincas y en general en los ecosistemas urbanos, deben protegerse y favorecer su desarrollo, a lo cual se le llama científicamente conservación.
Por supuesto, cuando se habla de enemigos naturales o biorreguladores no se refiere a los organismos que se adquieren en los Centros Reproductores de Entomófagos y Entomopatógenos (CREEs) y que se llaman comúnmente medios biológicos o controladores biológicos, que se reproducen masivamente para realizar aplicaciones o liberaciones masivas.
Desde luego, al realizar prácticas de conservación, también se benefician a estos medios biológicos, porque se favorece que sean más efectivos y que se establezcan en los campos para continuar su actuación.
Fuente: BASES PARA EL
MANEJO AGROECOLÓGICO DE
PLAGAS EN SISTEMAS AGRARIOS
URBANOS
Luis L. Vázquez Moreno
Ingeniero Agrónomo. Doctor en Ciencias.
Investigador Titular.
Entomología, Control Biológico, Manejo de Plagas.
Grupo Artrópodos Plagas. INISAV.
Emilio Fernández Gonzálvez
Licenciado en Biología. Doctor en Ciencias Agrícolas.
Investigador Titular.
Nematología, Control Biológico, Manejo de Plagas.
Grupo Fitopatología. INISAV.

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